Tengamos Cuidado, Porque...

Dios no nos da la opción de formar nuestra 
propia espiritualidad sino que crecemos de acuerdo 
a la Palabra que es implantada en nosotros por el Espíritu.

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Tres Grandes Necesidades De La Iglesia Actual

Primero: La iglesia debe recobrar su identidad como pueblo auténtico de Dios. Nos hemos aclimatado tanto a la cultura actual que virtualmente hemos perdido toda nuestra identidad comunitaria; es tan importante que recobremos nuestra distintiva identidad de gente de Dios y no de gente que practica una religión mezclada con la cultura del mundo actual.

Lo segundo que una iglesia debe recobrar sería- y ésta está conectada con la primera- que recobremos el sentido de lo que es el liderazgo. Hemos formado el liderazgo de nuestrsos ministerios con una cultura orientada al éxito y obsesionada por la imagen y el poder y la influencia. No encontramos ninguna de estas cualidades en las Escrituras o en las mejores partes de nuestra historia. Hemos dejado que la cultura defina lo que es ser un líder de una forma que es diametralmente opuesta a todo lo que ha sido revelado en Jesús y las Escrituras.

Lo tercero es- y esta está conectada con todas las demás y viceversa- que debemos prestar más atención a la forma en que hacemos las cosas que hacemos. Lo que hemos hecho, particularmente los últimos cincuenta o sesenta años, es que hemos mantenido las metas de el Evangelio, conversión, evangelismo y misión, pero hemos usado los medios de nuestra cultura. Jesús es el Camino pero también es la verdad, y hemos abandonado continuamente lo que Jesús hacía; hemos mantenido las metas y los fines, pero hemos elegido nuestros propios medios.

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Un Pastor No Es Guía Turístico

En nuestra época, la religión ha sido capturada por la mentalidad del turista. Se piensa que la religión es como la visita que realizamos a un sitio atractivo cuando tenemos el suficiente tiempo libre para hacerlo. Para algunos es una excursión semanal a la iglesia; para otros, visitas ocasionales a cultos especiales. Algunos, con una inclinación hacia el entretenimiento religioso y la diversión sagrada, planifican sus vidas alrededor de eventos especiales tales como los retiros espirituales, concentraciones y conferencias. Acudimos para ver a una nueva personalidad, para escuchar una verdad nueva, para tener una experiencia y de esa manera expandir nuestras vidas que de lo contrario son bastante monótonas. La vida religiosa se define como lo último y lo más novedoso: Zen, curaciones milagrosas, potencial humano, parapsicología, vida exitosa, coreografía en el coro y presbiterio, Armagedón. Lo probamos todo— hasta que aparece algo nuevo.

Yo no sé cómo ha sido para los pastor es de otras culturas y en siglos anterior es, pero estoy bastante seguro de que para un pastor en la cultura occidental en los albores del siglo veintiuno, el aspecto del mundo que hace que la tarea de llevar a los cristianos por la senda de la fe sea muy difícil es lo que Gore Vidal ha analizado como «la pasión actual por lo inmediato y lo fortuito.» Todo el mundo anda a las corridas. Las personas que lidero en oración, entre las que aconsejo, visito, oro, predico y enseño, desean atajos. Sólo desean que las ayude a completar el formulario que les dará crédito instantáneo (en la eternidad). Están impacientes por ver los resultados. Han adoptado el estilo de vida de un turista y sólo quieren los puntos más destacados. Pero un pastor no es un guía de turismo. Yo no tengo ningún interés en contar historias religiosas apócrifas en y alrededor de lugares dudosamente identificados como sagrados. La vida cristiana no puede madurar bajo tales condiciones y en semejantes maneras.

Tomado de "Una Obediencia Larga"
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La Aventura Pastoral

Cuando empecé a trabajar como pastor, me di cuenta que muchos pastores odiaban lo que hacían. Se habían convertido en cínicos. Estaban desilusionados. Algunos de ellos renunciaron. Lo siguen haciendo. La cantidad de personas que abandonan la vocación pastoral es enorme. Y yo consideraba ser un pastor la cosa más emocionante que jamás había hecho. Estás justo en el centro de todo este pecado y salvación y muerte y nacimiento, y es todo tan local y tan personal. Si no estuviese escribiendo las cosas que he estado escribiendo, habría escrito novelas, porque la congregación es una fuente abundante de relaciones humanas y de relaciones con Dios y de relaciones espirituales.

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Sabbath

Trabajamos, y nos obsesionamos con el trabajo, porque queremos ser como Dios. Porque vivimos en un mundo que desconoce la forma en que Dios trabaja, sobre-valoramos el trabajo de los hombres. Pero es el Sabbath, el descanso, lo que le trae dignidad a nuestro trabajo.

El sabbath es un día para desconectarse. Esa es la mejor forma de explicarlo. Cuando era pastor, mi Sabbath era el lunes, porque los domingos era un día de trabajo para mi. Mi esposa y yo no practicamos el Sabbath cuando teníamos niños pequeños, porque nos tomó años darnos cuenta cuál sería nuestro ritmo.

Pero en un lunes típico, empacábamos nuestra comida, y nos ibamos a un lugar retirado. No nos apresurábamos a nada porque era el Día del Señor. Jugábamos y orábamos y no hacíamos nada de no ser necesario. Desconectados de todo, basicamente.

Transformó nuestras vidas, nuestra vida familiar, nuestra vida personal y nuestra vida congregacional. No todo el mundo en nuestra congregación lo hacía pero nos vaían haciéndolo. De alguna forma nos dio un sentido de que no teníamos que hacer lo que todo el mundo nos decía que debíamos hacer. Y realmente toma mucho esfuerzo y determinación. Esos que queremos mantener un día sabático tenemos que ser muy intencionales al respecto. He hecho esto por como 40 años consistentemente, y tengo docenas de estudiantes y gente de nuestra congregación que han adoptado esa práctica. Nos dimos cuenta que es lo más radical y creativo que jamás hemos hecho.

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Necesitamos Pruebas

Si hay algo que es cierto en todos estos asuntos, es que “nada hay tan engañoso como el corazón. No tiene remedio” (Jeremías 17.9). De modo que, ¿por qué pensamos que alguno de nosotros podría estar exento de ello? Nuestra fe, toda la fe, la fe de todos, necesita ser puesta a prueba. Y no podemos confiar en probarla nosotros mismos. Tenemos demasiados intereses propios y autoengaños. Somos demasiado astutos en diseñar métodos para falsificar los libros de modo que documenten la evidencia que sirve a nuestras fantasías. Cuando observamos el historial de sacerdotes y templos, pastores e iglesias, misioneros y misiones es obvio que la religión en todas sus formas, incluyendo de manera muy enfática el cristianismo, es un perpetuo caldo de cultivo para la violencia, el abuso, la superstición, la guerra, la discriminación, la tiranía y el orgullo. La religión y la espiritualidad son un pozo infinito de ilusiones, engaños y opresión. De modo que: pruebas.

Es común y fácil a la vez desarrollar un concepto de la fe en el que Dios se compromete a darnos los que queremos cuando lo pedimos. Esa clase de fe significa que somos consumidores de artículos y servicios del evangelio. Esa clase de fe significa que el bautismo nos autoriza a poner a Dios a prueba para calcular y evaluar su desempeño en nuestra vida. Esa clase de fe nos califica para explicar a Dios y pedirle que nos rinda cuentas cuando lo que hace parece carecer de todo sentido. Y son muchos los líderes y amigos que nos alientan a hacerlo.

Necesitamos pruebas. Dios nos prueba. Los resultados de las pruebas demostrarán si estamos escogiendo el camino del asombro y la adoración y la obediencia (o sea, Dios) o si, sin darnos cuenta, estamos reduciendo a Dios a aquello que podemos comprender para poder así usarlo a nuestra conveniencia.

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Tomado de "El Camino de Jesús"
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El Fin De La Fe ¡Es Vida!

El final es el punto de comienzo. “En mi fin está mi comienzo” (T.S. Eliot). Los finales tienen prioridad sobre los comienzos. Comenzamos un recorrido decidiendo primero un destino. Reunimos información y empleamos nuestra imaginación para prepararnos para lo que vendrá: la vida es el final de la vida; vida, vida y más vida.

El final de toda la fe y obediencia cristianas, testimonio y enseñanza, matrimonio y familia, tiempo libre y vida de trabajo, predicación y trabajo como pastor es el vivir todo lo que sabemos sobre Dios: vida, vida y más vida. Si no sabemos hacia dónde nos dirigimos, cualquier camino nos va a llevar allí. Pero si tenemos un destino (en este caso, una vida vivida para la gloria de Dios) existe un camino bien marcado: el Camino revelado por Jesús. La teología espiritual es la atención que le brindamos a los detalles de vivir la vida de esa manera. Es una protesta contra la teología despersonalizada en información sobre Dios; es una protesta contra la teología convertida en un programa de planificación estratégica para Dios.

 

*Tomado de "Cristo Actúa En Diez Mil Lugares"
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¡Rescátame!

Rescátame de las personas que me hablan de la vida
y omiten a Cristo, de aquellos que son sabios
en los caminos del mundo pero ignoran
el movimiento del Espíritu.

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Tomado de "Correr Con Los Caballos" 

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Vidas "No Acabadas"

La iglesia cristiana es una comunidad formada por el Espíritu Santo donde se proclama la salvación y se perdonan los pecados. Los hombres y las mujeres son redefinidos por el bautismo en la compañía del Padre, del Hijo y de Espíritu Santo. Se forma una vida en Cristo. Se promulga una adoración de Dios que ha cobrado forma por medio de la Cena del Señor. Y se practica una vida santa en un mundo de sufrimiento, injusticia, guerra, desesperación, adicciones y pecados, tanto flagrantes como ocultos: un mundo en desacuerdo con Dios y sus semejantes. Parece algo maravilloso: todas estas personas saboreando una nueva vida, la Vida Real, “redimida, sanada, restaurada, perdonada” y dándose cuenta de que participan de las acciones santas de la Trinidad.

Pero al poco tiempo nos damos cuenta de que esta nueva vida no es una vida acabada, sino que es una vida en evolución. A muchos de nosotros nos cuesta mucho aprender. Estamos atrapados por una inmadurez egoísta y no deseamos crecer. Otros hemos caído en las viejas costumbres de desobediencia y buscamos atajos para adquirir santidad. Otros experimentamos diferentes maneras de mantenernos al mando de nuestra vida y de manipular a Dios para que haga por nosotros lo que nosotros no podemos hacer por nosotros mismos. Algunos seguimos tratando de encontrar la manera de lidiar con Dios sin tener que prestar atención a nuestros semejantes. Cuando miramos cuidadosamente a cualquier congregación, vemos que la mayoría de los pecados espirituales, morales y emocionales, y los desórdenes sociales que cunden en la población en general continúan abriéndose camino.

Esto todos lo sabemos. Todos lo experimentamos. Ésta es la razón por la que la confesión colectiva del pecado es una práctica común cuando los cristianos se reúnen para adorar. El lenguaje es franco y no deja lugar para menearse “hemos errado, y nos hemos extraviado de tus caminos como ovejas perdidas… hemos dejado de hacer lo que debíamos haber hecho; y hemos hecho lo que no debíamos hacer… mas tú, oh Señor, compadécete de nosotros”.

En casi todas las congregaciones cristianas encontramos variantes de esta oración básica de confesión de pecado, o al menos hasta hace poco. Nos obliga a ser honestos. Impide que idealicemos o romanticemos o santifiquemos prematuramente a nuestros compañeros cristianos como santos de plástico. Evita que nos desilusionemos al descubrir que el hombre o la mujer al que le hemos “dado el beso de la paz” durante años son adúlteros o desfalcadores. Todo pecado se origina fuera de la congregación y, tarde o temprano, surgirá en medio de ella.

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Tomado de "Así Hablaba Jesús"
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No Todo...

No estoy diciendo que todo lo que hacemos es una oración, pero todo lo que hacemos y decimos y pensamos puede ser una oración.

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Tomado de "The Pastor"
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Vocación Violada

La vocación pastoral ha sido reemplazada por estrategias de emprendedores religiosos con sus respectivos planes de negocios. Cualquier clase de continuidad con pastores de tiempos históricos es virtualmente inexistente. Somos una generación que se siente como si tuviese que empezar desde cero para entender cuál es la forma en que podemos representar y nutrir esa vida de Cristo que está llena de matices y que envuelve todo nuestro ser, en un país que "no conoce a José."

Me encanta ser estadounidense. Me encanta este lugar en donde se me ha colocado- su lenguaje, su historia, su energía. Pero no me gusta la "forma americana", su cultura y sus valores. No me gusta el consumismo desenfrenado que trata a Dios como un producto que debe ser mercadeado.

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Empezar Con Lo Ordinario

He sido pastor casi toda mi vida, como por 45 años. Me encanta hacer esto. Pero a decir verdad, la gente que más me irrita son esos que vienen preguntando: "Pastor, ¿cómo puedo ser espiritual?" Olvídate de ser espiritual. ¿Por qué no dedicarte a amar a tu esposo? Ese es el mejor lugar para empezar. Pero no tienen ningún interés en eso. ¿Por qué no dedicarte a amar a tus hijos, a aceptarlos como son?

Toda espiritualidad que no tiene nada que ver con lavar los platos o cambiar pañales o ir al trabajo, es una forma de gnosticismo. Y no hay mucha integración entre la espiritualidad que vemos y el trabajo, la gente, sus problemas.

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Dios Llama: Nosotros Caminamos

La respuesta al llamado es caminar. Caminar es lo que hacemos. Seguimos el llamado de Dios. Respondemos con nuestra vida. No comenzamos pensando acerca de Dios. Dios no es una idea. Escuchamos y respondemos. Obedecemos. Pero la obediencia no es como una respuesta incondicionada de Pavlov a un estímulo: “siéntate”, “busca”, “acuéstate”. Se lleva a cabo en un contexto texturizado y una relación personal. Es el acto de seguir una orden o invitación dirigida personalmente a nosotros. Escuchamos nuestro nombre y respondemos a Aquél que nos llama.

Un llamado no es una causa impersonal que hace que algo ocurra de manera mecánica obedeciendo las leyes de la física, como una pelota de béisbol lanzada por el golpe de un bate fuera de la cancha. El llamado llega a nuestros oídos y nos alienta hacia el futuro, llevándonos a una clase de vida que jamás habíamos experimentado de esa manera: una promesa, algo nuevo, una bendición, nuestro lugar en la nueva creación, una vida de resurrección.

Cuando el llamado y el caminar están en equilibrio, somos dignos. Estamos en la balanza, en un contacto sensible y simultáneo con el Dios cuyo nombre conocemos y el Dios que conoce nuestro nombre. Dios llama; nosotros caminamos.
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Tomado de "Creciendo En Cristo"
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¿Habrá Otra Iglesia?

¿Qué otra iglesia hay aparte de la institucional? No hay nadie que no tenga problemas con la iglesia, porque hay pecado en la iglesia. Pero no hay otro lugar para ser cristiano excepto en la iglesia. Hay pecado en la institución bancaria. Hay pecado en el supermercado. Realmente no entiendo el criticismo naive a la institución. No lo entiendo.

Frederick von Hugel decía que la institución de la iglesia es como la corteza del árbol. No hay vida en la corteza. Es madera muerta. Pero proteje la vida que hay dentro del árbol. Y el árbol crece, crece y crece. Si le quitas la corteza, puede que se enferme, que se deshidrate, que muera.

Así que, sí, la iglesia (institucional) está muerta, pero proteje algo vivo. Y cuando tratas de tener una iglesia sin corteza, no dura mucho. Desaparece, se enferma, esta propensa a toda clase de enfermedades, herejía y narcisismo.

En mis escritos, espero recuperar el sentido de realidad de la congregación-- lo que es. Es un regalo del Espíritu Santo. ¿Por qué siempre idealizamos lo que el Espíritu Santo no idealiza? No hay idealización de la iglesia en la Biblia- ninguna. Ya tenemos dos mil años de historia. ¿Por qué somos tan tontos?

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Intimidad

Si intimidad significa ser abierto y honesto y auténtico, no tener velos, o no estar a la defensiva o en negación de quién soy, eso es maravilloso. Pero en nuestra cultura, la palabra intimidad suele tener connotaciones sexuales, como su finalidad. Muy rara vez tiene el sentido de sacrificio o de darse a uno mismo o ser vulnerable. Esas son dos formas muy diferentes de ser íntimo. Y en nuestro vocabulario Norteamericano intimidad suele ser obtener algo del otro. Eso es una visión dañada del asunto.

Es muy peligroso usar el lenguaje de la cultura para interpretar el evangelio. Nuestro vocabulario ha sido forjado y probado por la revelación, por las Escrituras. Tenemos un vocabulario bastante bueno, y es mejor que empecemos a prestarle atención porque la forma en que nosotros usamos las palabras aquí y allá para llamar la atención de los no creyenest no es muy buena.

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El Pecado Pastoral de la Impaciencia

El pecado constante de los pastores, especialmente de los pastores evangélicos, es impaciencia. Tenemos una meta. Tenemos una misión. Vamos a salvar el mundo. Vamos a evangelizar a todo el mundo, vamos a hacer un montón de cosas buenas y llenar nuestras iglesias. Todas estas metas están bien. Pero es un trabajo muuuy lento, es trabajo del alma, esto de traer a las personas a una vida de obediencia y amor y gozo delante de Dios.

Así que nos impacientamos y empezamos a buscar atajos y a usar cualquier medio disponible. Hablamos de beneficio. Manipulamos a la gente. Los intimidamos. Usamos un lenguaje extremadamente impersonal- lenguaje de intimidación, de manipulación.

Esta impaciencia que consiste en dejar los métodos de Jesús en orden de que el trabajo de Jesús se haga es lo que destruye la espiritualidad. Esa es la razón por la cual, la espiritualidad es tan desastroza en el día de hoy.

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La Vida Integra No Es Autosuficiente

Nadie que sea íntegro es autosuficiente. La vida íntegra, la vida completa, no puede ser vivida con arrogante independencia. Nuestra meta no puede ser no necesitar de nadie. Una de las evidencias de la integridad de Jeremías fue su capacidad para recibir la amistad, su capacidad para permitir que otros lo ayudaran, de ser accesible a la misericordia. Es más fácil ofrecer amistad a otros que recibirla nosotros mismos. Al ofrecer amistad compartimos fortaleza, pero al recibirla mostramos debilidad. Una persona bien desarrollada, sin embargo, jamás se esconde tras dogmas o proyectos, antes bien está abierta a un amplio espectro de relaciones.

Las ideas teológicas, las fuerzas históricas y las causas correctas que tocaron la vida de Jeremías nunca fueron ni llegaron a ser abstractas, sino que se manifestaron a través de personas, personas con nombres. Jeremías jamás usó etiquetas que redujeran a las personas a categorías despersonalizadas. No es de extrañar que haya más nombres personales en el libro de Jeremías que en ningún otro libro profético.

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