Thursday, September 26, 2013

Algunas Cosas Cambian


Una antigua tradición divide las dificultades que enfrentamos en la vida de fe en las categorías del mundo, la carne y el diablo. En la mayoría de los casos, se nos previene sobre los peligros de la carne y de las artimañas del diablo. Sus tentaciones tienen una for ma determinable y mantienen una continuidad histórica. Eso no implica que sea más sencillo resistirlas; hace que sea más fácil reconocerlas.

Sin embargo: cada generación tiene que contender con el mundo en una forma nueva. El mundo es una atmósfera, un humor. Al pecador le resulta tan difícil reconocer las tentaciones del mundo como a un pez descubrir las impurezas en el agua. Existe una sensación, un sentimiento de que las cosas no están bien, que el medio ambiente carece de integridad, pero saber exactamente lo que es elude nuestro análisis. Sabemos que la atmósfera espiritual en la cual vivimos erosiona la fe, disipa la esperanza y corrompe el amor, pero es difícil saber exactamente qué es lo que está mal.

Sucede que hay algunas cosas que no cambian. Dios no cambia: él busca y él salva. Y nuestra respuesta a Dios al revelarse a sí mismo en Jesús no cambia: escuchamos y lo seguimos. O no lo hacemos. Cuando nos ocupamos de las cosas básicas- Dios y nuestra necesidad de él— estamos sobre una roca firme. Comenzamos cada día por el principio, sin mucho revuelo.

*Tomado de "Una Obediencia Larga En La Misma Dirección"
Cortesía de Editorial Patmos
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Thursday, September 12, 2013

Gracia

El trabajo de la espiritualidad es reconocer dónde estamos- las circunstancias particulares de nuestras vidas- reconocer que hay gracia y decir, "¿Supones que Dios quiere estar conmigo de una forma que no signifique cambiar a mi esposa o abandonar a mi esposa o a mis hijos, sino en cambiarme a mi, y hacer algo en mi vida que quizás nunca pueda ser experimentado sin este dolor o sufrimiento?"

Mi trabajo como pastor no es resolver los problemas de las personas o mantenerlos felices, sino ayudarlos a reconocer la gracia de Dios operando en sus vidas.

*Tomado de "The Contemplative Pastor"

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Tuesday, September 10, 2013

Oraciones Egoístas

[La forma en que los personajes bíblicos oran] contrasta con el clima actual de oración. Nuestra cultura nos enseña formas de orar que son más expresiones de nuestro ego- ponernos delante de Dios o presentar nuestro agradecimiento a Dios si sentimos la necesidad o si la ocasión lo amerita. Pero la oración, la oración madura, es dominada por un sentido de que Dios [está presente]. Esa oración nos rescata de una preocupación con nosotros mismos y nos lleva a un peregrinaje hacia Dios en adoración. Los pastores, que por su vocación están tan inmersos en tantas experiencias- personas en dolor, con pánico y crisis, llenos de confusión- tienen una necesidad particular de este tipo de oración.

Tomado de "Under The Unpredictable Plant"


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Wednesday, September 4, 2013

Nuestra Tarea Es Enfocarnos

[Como pastores] es tan fácil distraerse. Hay tantas cosas pasando, muchas cosas que ver y escuchar y decir. Muchas emociones. Mucho trabajo. Tanta, por lo menos es lo que pensamos, "oportunidad". Pero nuestra tarea es enfocarnos en "lo único necesario", lo invisible- Dios.
Tomado de "Under The Unpredictable Plant"

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Monday, September 2, 2013

Una Historia Que Se Vive Desde Dentro De Esa Historia

Las historias honestas respetan nuestras libertades; no nos manipulan ni obligan, y tampoco nos distraen de la vida; sino que nos llevan a un reino espacioso en el cual Dios crea, salva y bendice. Primero a través de nuestra imaginación y luego a través de la fe, la imaginación y la fe son parientes cercanos, nos ofrecen un lugar en la historia, y nos invitan a tomar parte de está gran historia que toma lugar bajo los cielos abiertos de los propósitos de Dios, en contraste con las historias chismosas que cocinamos sobre el fuego de nuestro ego.

Por supuesto que no toda historia es verdadera. Hay historias sentimentalistas que nos seducen a que huyamos de la vida; luego hay las historias propagandísticas que intentan reclutarnos para una causa o intimidarnos a dar una respuesta estereotípica; otras historias son triviales presentando la vida solamente como algo bonito o desviado.

La vida cristiana debe conformarse a un estilo de vida que se ajuste al contenido de una historia, que esté de acuerdo con la revelación cristiana y que respete la individualidad y las libertades del individuo, con amplio espacio para todas nuestras exigencias y particularidades. La narrativa nos provee la forma de asimilarla. La historia bíblica nos invita a participar de algo mayor que nuestras necesidades definidas por el pecado, en algo más verdadero que nuestras ambiciones moldeadas por nuestra cultura. Entramos en las historias y nos sentimos parte, voluntariamente o involuntariamente, de la vida de Dios.

Desafortunadamente, vivimos en un tiempo en que la historia bíblica ha sido quitada del lugar de preeminencia y puesta al margen y utilizada como una “ilustración”, “testimonio” o un método de “inspiración.” La preferencia antibíblica contemporánea, tanto dentro como fuera de la iglesia, es utilizar la información en lugar de la historia. Típicamente reunimos información impersonal (pretenciosamente clasificada como “científica” o “teológica”), sea doctrinal, filosófica o histórica, con el fin de decidir por nosotros mismos y determinar como viviremos nuestras vidas. Y seguido consultamos con los expertos externos para interpretar la información para nuestras vidas. Pero no vivimos nuestra vida de la información; la vivimos en una relación dentro del contexto de un Dios personal que no puede ser reducido a una fórmula o definición, Quien tiene planes para nuestra justicia y la salvación. Y vivimos esos planes dentro de una comunidad extensa de hombres y mujeres, cada uno de ellos un mundo complicado de experiencias, motivos y deseos.
   
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