Si definimos la naturaleza de nuestra vida según el error del momento o la derrota de la hora o el aburrimiento del día, la definiremos equivocadamente. Necesitamos raíces en el pasado para darle lastre y amplitud a la obediencia; y necesitamos una visión del futuro para darle dirección y metas a la misma. Y tienen que estar conectadas. Debe existir una unidad orgánica entre ellas.
Si nunca aprendemos cómo hacer esto- extender los límites de nuestra vida más allá de las fechas encerradas entre nuestro nacimiento y nuestra muerte, y adquirir una comprensión de los caminos de Dios como algo más grande y más completo que las anécdotas en nuestros diarios personales— no captaremos jamás lo relevante de las cosas, ya que le pondremos grandes titulares a aquellas cosas que deberían estar guardadas en la página 97 de la sección C del periódico, o pondremos en la sección de los avisos clasificados aquellas cosas que deberían tener un aviso publicitario en color es de una página entera—confundiendo un dolor de garganta con un descenso al infierno. («¡Peterson, ore por mí!») Por que no es posible comprender la fe cristiana por medio del examen de una fotografía instantánea que haya captado una pose de belleza o de algo absurdo, en éxtasis o terror; es la revelación completa de una vasta creación y una redención majestuosamente consumada. La obediencia es hacer lo que Dios nos dice que hagamos en ella.
Si nunca aprendemos cómo hacer esto- extender los límites de nuestra vida más allá de las fechas encerradas entre nuestro nacimiento y nuestra muerte, y adquirir una comprensión de los caminos de Dios como algo más grande y más completo que las anécdotas en nuestros diarios personales— no captaremos jamás lo relevante de las cosas, ya que le pondremos grandes titulares a aquellas cosas que deberían estar guardadas en la página 97 de la sección C del periódico, o pondremos en la sección de los avisos clasificados aquellas cosas que deberían tener un aviso publicitario en color es de una página entera—confundiendo un dolor de garganta con un descenso al infierno. («¡Peterson, ore por mí!») Por que no es posible comprender la fe cristiana por medio del examen de una fotografía instantánea que haya captado una pose de belleza o de algo absurdo, en éxtasis o terror; es la revelación completa de una vasta creación y una redención majestuosamente consumada. La obediencia es hacer lo que Dios nos dice que hagamos en ella.
*Tomado de "Una Obediencia Larga En La Misma Dirección"
Cortesía de Editorial Patmos
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Fausto Liriano • www.veldugo01.comBajo Licencia Creative Commons
Foto Cortesía de Thomas Hawk
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