"¿Qué es lo que más te gusta de ser pastor?" La pregunta la hizo una jovencita llamada Stephanie.
"El desastre", respondí.
"Bien, no exactamente el desastre... Otra palabra para eso sería un milagro que no parece un milagro sino lo opuesto al milagro. Un reconomiento lento de la vida, la vida de Dios, que tomó forma de una persona... Al teólogo Karl Rahner se le preguntó una vez si creía en los milagros. ¿Su respuesta? "Yo vivo de los milagros- no podría sobrevivir un día sin ellos." Otro nombre [para el desastre] es misterio. Los pastores tienen asientos VIP para esta clase de cosas. Quizás todos lo tienen, pero siempre he sentido como si los pastores fuesen invitados a intimidades que evitan una forma más... [común] de la vida.
Vivimos en un mundo desastrozo, y la gente que pastoreamos están envueltas en ese desastre. Nos transformamos en testigos de lo que no puede ser visto o escuchado por personas cuyos sentidos han sido empañados por la secularidad, por lo que tengo que hacer, por una descripción laboral."
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Tomado de "The Pastor"
Foto Cortesía de Thomas Hawk
Usado Con Permiso Bajo Licencia Creative Common
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